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Bastó con que Justin Bieber se parara sobre el apantallante escenario de su “Justice World Tour” para mostrar de nuevo que es amo y señor de la escena musical mundial, y así ofrecer un refrescante show ante 27 mil personas en el Estadio Mobil Super de la Ciudad de Monterrey.
Llegó a esta ardiente y sedienta plaza, acompañado de su mujer Hailey Bieber, para hacer que con su música, la fanaticada recibiera una refrescante dosis de éxitos de antaño y de los más recientes.
Y es que, además de música, Bieber “trajo” consigo la lluvia, que hizo su “aparición” desde las primeros acordes de “Somebody” y le acompañó de manera intermitente durante la más de hora y media que duró el show.
En 2017, La Columnaria atestiguó la segunda incursión del canadiense en tierras regias con su “Purpose Tour” en el entonces recién inaugurado BBVA y ahora volvió a ser invitada para comprobar que el joven ha madurado. Ese afecto mutuo entre las “believers” y el cantante se ha dado desde 2011, cuando llegó por primera vez.
Luces artificiales multicolor surcaron los cielos nublados de la Sultana del Norte para lograr un mayor efecto a la fiesta que se armó y así imprimir una página más del amor entre el público regio y Justin Bieber.
“¡Monterrey! Welcome to the Justice Tour, te amo, te amo, te amo”, mencionó el intérprete de “What Do You Mean”, rola que también integró al setlist de esta noche, en la que le antecedieron los jóvenes ¿Téo? y Eddie Benjamin.
Una vez hecha esta declaración de amor, Bieber, vestido de bermuda color caqui y camiseta de tirantes que dejó ver sus brazos tatuados, no detuvo la marcha de emociones y locura que se puso en evidencia en todo el recinto.
Si en el BBVA cupieron 51 mil, los 27 mil de esta ocasión igualmente “ardieron” de pasión por el canadiense quien con su estupenda banda logró mantener el ritmo de una velada única.
Sobre plataformas que se elevaban o apareciendo en escena, Bieber se mostró dinámico y el público le respondió con creces, incluso en el momento en que declaró en un video que los presentes son la imagen misma de Dios y que la vida se puede evaporar en tan solo un chasquido de dedos.
La madurez de Bieber también se notó cuando hizo una pausa, pasada la mita del show para enfatizar que su gira busca hacer notar que todas las personas son iguales entre sí y que hay que buscar la paz en el mundo, lo que fue bien recibido por el público.
“Lonely”, “2 Much”, “Intentions”, “Boyfriend”, “Ghost” le siguieron en el programa, sin poner falta a “Baby”, “Peaches”, que interpretó al piano en una versión acústica (y ya sin camiseta) y “Anyone”, con la que cerró el esperado concierto y en el que fotografías de su intimidad aparecieron en las pantallas para cerrar con broche de oro, lo que para algunos fue una cita cumplida con creces.
Texto y fotos: Vicente Guerrero
