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El actor Rodrigo Adrianzen dará nuevamente vida al payasito regiomontano, y cuenta con el apoyo de la televisora estatal
A más de 20 años de la muerte de José Marroquín Leal “Pipo”, el famoso payasito regiomontano regresa renovado a la televisión, ahora en la piel del actor Rodrigo Adrianzen.
Con el apoyo de TV Nuevo León y la anuencia del Doctor Rodrigo Martínez Arizpe, quien fuera amigo personal de Marroquín Leal y quien tiene los derechos del personaje, Adrianzen está optimista de unir a los papás,que rieron con Pipo en los 80’s, y a sus hijos frente al televisor.
El nuevo Pipo sabe que le será fácil conectar con los niños del ayer, pero con los de hoy, que no conocieron al payaso de peluca naranja de escoba.
“Es una conexión con la nostalgia y con su niño interior extraordinaria, sin embargo el gran reto es con unos niños que no conocieron a Pipo, y los pocos que sí, sea gracias a que papá y mamá le muestran (el material) por las redes sociales o plataformas como You Tube”.
Una de las indicaciones para traer a la vida a Pipo, por parte de Arizpe, dijo fue que Pipo continúe con su esencia, además de la transmisión de valores y un humorismo blanco, al cien por ciento.
Pipo se une así a la barra infantil “Atajo 28”, que transmite programas como Bely y Beto, Colorín Colorado, Los Manitos y Tripayasos.
Pipo se presentará en el especial vacacional de la barra infantil de TV Nuevo León y se presentarán un total de 4 programas, además los niños podrán acudir a merendar y celebrar su cumpleaños como era tradición del personaje, de las 16:00 a 17:00 horas en los estudios de la televisora estatal.
Además se tiene otra gran sorpresa, las Aventuritas de Pipo, ahora en versión animada.
PIPO DEJO DE SER PIPO…
Un 6 de febrero de 1998 José Marroquín Leal no acudió a las instalaciones de Televisa Monterrey, antes “La Fuerza de la Imagen”.Sus compañeros se preocuparon por nunca faltar a su trabajo, porque siempre fue muy responsable para la producción de su programa, pero sólo el que su corazón dejara de latir por un infarto fulminante hizo que Pipo no acudiera a grabar su programa que divertía a los niños regiomontanos.
Al arribar a su domicilio y ver su camioneta estacionada afuera, vaticinaba algo fatídico, y para tristeza de la ciudad de Monterrey, al animador lo encontraron sin vida, recostado en un sillón reclinable.
Se recuerda que en sus 30 años de trayectoria como payaso, Marroquín se iba a despedir, porque sentía que si bien, Pipo era joven, José Marroquín ya no.Sin embargo, fue el cariño del público lo que hizo decidiera no retirarse y ante una abarrotada Plaza de Toros Monterrey exclamó“Pipo dejará de existir, hasta que el último latido del corazón de José Marroquín deje de escucharse”. Y así fue por años.
Hoy Pipo regresa con la misma pasión, sencillez y parte humana que le imprimió su creador.
