La Momia: La Tumba del Emperador Dragón. Emocionante regreso

Si La Momia I y II te resultaron de gran emoción, la tercera parte:La Momia: La tumba del Emperador Dragón nos ofrece más acción, pirotecnia y grandes efectos especiales.

Rick O´Donnel (Brendan Fraser) y su esposa Evelyn Carnarvon (María Bello) se retiraron de sus intrépidas investigaciones para llevar una vida tranquila, pero la pareja no puede evitar caer en la tentación de cumplir una última misión nada menos en Asia y la expedición termina en las frías montañas del Himalaya.

Aunque al incio se extraña la presencia de la actriz Rachel Weiz, en el papel de Evelyn, durante el desarrollo del filme este detalle pasa desaparcibido y uno queda atrapado en esta nueva aventura.

En esta expedición ellos tienen un nuevo aliado: Su hijo Alex (Luke Ford), quien hereda el apasionamiento de sus padres por la exploración, pero es engañado por un investigador para despertar al sanguinario Emperador Dragón, de la antigua China con el propósito de dominar al mundo.

Alex pide ayuda a sus padres para luchar contra el ambicioso líder, quien tenía dos mil años dormido esperando ser resucitado, pero no despertó sólo, llamó a sus diez mil guerreros de terracota para cruzar todo el Lejano Oriente en busca de su inmortalidad, gracias a los poderes de la piedra El Ojo de Shangri-La que deberá llevar al Himalaya, sin embargo la intrépida familia hará todo por evitarlo. 

En esta tercera parte como en las anteriores la gran tecnología aplicada en los seres mitológicos es el plus, así que con sólo saber que el final de la expedición es ir al Himlaya, obviamente aparecerán los hombres yeti, pero como aliados de los aventureros.

Algo que coincide entre La Momia e Indiana Jones, es que los investigadores de la historia se hacen valer de la ayuda de sus hijos para ganar las batallas ¿Demasiado viejos? No, ¡qué va! Los dos nos emocionan aún. /FL LA COLUMNARIA.